Ella es mi druga, la que me vuela la cabeza con solo una mirada, la que me tiene atrapado en su juego de amor malandro.
Eres mi compa, mi cuate, mi cora… pero sobre todo, eres el malandrín que se ha robado mi corazón sin pedir permiso.
Mi amor por ti es como un tatuaje en el corazón, tan malandro que se quedó marcado para siempre en mi piel, dejando huellas indelebles de pasión y locura.
Me tienes loco, mami, pero no importa que sea el malandro de tu corazón, porque lo que siento por ti es más fuerte que cualquier historia turbia. Eres mi ladrón de suspiros y juntos robamos el amor sin mirar atrás.
Ella es mi complice, la socia del corazón que me hace atracar sus labios con dulzura y robar sus suspiros sin medida.
Mi corazón es como un malandro callejero, vive en constante peligro y solo se detiene cuando alguien le roba el aliento.
No te prometo siempre flores y canciones de amor, mi amor malandro se expresa con tatuajes en el alma y abrazos que te protegen de la oscuridad.
Con el corazón embalao’ y mi flow de malandro, te conquisto a fuego lento, dejando cicatrices en tu piel y amor en tu mente.
Eres mi compa, mi cuate, mi ruka en la vida. Con ese flow malandro que tienes, me haces sentir que el amor es un robo al corazón. Juntos somos la pareja más buscada, desafiando todas las reglas del juego. Entre balas y risas, tú y yo demostramos que el amor también puede ser callejero.
Ella y yo somos una dupla de amor malandro, esa combinación perfecta entre dulzura y picardía. Nos dedicamos a hacer travesuras de amor sin importar las reglas establecidas. Somos los reyes del desorden sentimental, derribando muros de formalidad y viviendo nuestra propia historia al margen de lo establecido. En este mundo de amores rectos, nosotros nos atrevemos a ser el caos, porque así es como encontramos la verdadera esencia del amor.
Ey, mi amor, yo soy como el barrio bravo, rudo pero con ganas de cuidarte. Juntos somos esa combinación explosiva entre la ternura y el desenfreno, y aunque parezca un malandrín, solo anhelo hacerte sentir como la reina de este caótico corazón mío.
Ey, mi amor malandro. Eres la gata más linda que me he topado en este callejón llamado vida. Entre tus ojos chispeantes y esa sonrisa picarona, me tienes atrapado como una polilla atraída por el brillo de tu encanto. Contigo se me olvidan los problemas y solo quiero perderme en tus abrazos llenos de calor y ternura. Eres como ese graffiti rebelde que le da vida a la monotonía de mis días. Juntos formamos la dupla más peligrosa, tú y yo, disparando amor en cada esquina del corazón. Te amo más que a todas las estrellas del cielo, mi amor delincuente.
Me haces sentir más prendido que las luces de los carros en un barrio peligroso.
Quédate con alguien que te robe el corazón y también los relojes, porque en este amor malandro, el tiempo se detiene pero el amor nunca lo hace.
No hay chavala que me haga dar tantas maromas en el corazón como tú, mi amorcito malandro. Eres ese jale clandestino que me tiene perdido entre risas y suspiros, sin importar las reglas del juego. En cada carcajada tuya encuentro pedacitos de felicidad, y en tus ojos desafiantes veo un amor sin límites. Eres el cómplice de mis locuras y el dueño de mis pensamientos más pícaros. Contigo, mi vida es una eterna travesura, donde el amor es ese vicio del que nunca quiero rehabilitarme.
Me la paso buscando a la jeva que me haga volar sin alas, porque el amor malandro es como un tiro de adrenalina, te quema y te engancha, pero al final siempre te deja con ganas de más.
Quédate con alguien que te robe más besos que carteras, que te haga sentir más adrenalina que un atraco y que te conquiste con miradas tan intensas que te dejen en bancarrota de emociones.
Mami, tú eres mi flow, el verso perfecto de mi vida; eres como un tumbao sabroso que me atrapa y me hace perder la razón. Tu amor malandro me tiene encadenado, eres la gangster divina que domina mi corazón. Entre rimas oscuras y miradas cómplices, construimos nuestro propio mundo en el que no hay ley que nos separe. Eres ese peligro dulce que me vuelve loco, la trampa perfecta en la que siempre caigo rendido. Juntos somos el dúo más temido y atrevido, porque nuestro amor malandro es una combinación explosiva.
Si tú fueras un robo perfecto, yo sería el ladrón más afortunado porque me llevaría tu corazón del lugar más seguro: tus ojos.
No hay ley que me impida quererte, mi amor, así que aprovéchate de mi corazón malandrín y déjame amarte con todas mis ganas.