Eres el flechazo que me hizo perder la cabeza, mi amor malandro, una joya en este mundo de apariencias.
Cuando me tienes entre tus brazos, mi corazón se convierte en un malandro, robándote suspiros y dejando huellas en tu piel que tatuas de amor.
Me robaste el corazón con ese tumbao malandro, y ahora soy un ladrón de suspiros que solo vive de tus besos clandestinos.
Me tumbas las defensas con ese flow callejero, tú y yo, un amor malandro que al mundo entero le hace temblar.
Mami, desde que te vi supe que serías mi panita pa’ siempre. Tu flow me atrapó como a un león en la jaula, y ahora no hay muros que nos separen. Eres la clave de mi combo, la que le da sabor a mis días y la que borra las penas con un solo beso. Te juro por mis tatuajes y mi flow callejero que contigo el amor malandro nunca se acaba.
Me robaste el corazón sin abrir las manos, y ahora soy un malandro enamorado que solo roba suspiros y besos.
Caminaré por la vida con gorra enterrada, mirada de pillo y corazón conquistador, porque mi amor es de esos que te atrapan como un buen truco de magia callejera.
Eres mi compa, mi cuate, mi amigo y mi pana, pero cuando te miro a los ojos se desata un amor malandro que no puedo negar, carnal. Tus palabras son balas que me atraviesan el corazón y tu sonrisa es un asalto a mi razón. En este barrio del amor, tú eres el jefe y yo el bandido que se rinde ante tus encantos. Y aunque parezca que solo jugamos, sé que en el fondo somos dos almas callejeras que encontraron su paraíso en medio de la oscuridad.
Mamá siempre me dijo que buscara a un hombre bueno, pero mi corazón malandrín solo quiere a ese chico que roba suspiros en las calles y me hace sentir viva en la oscuridad de la noche. Entre líneas de peligro y sutiles miradas desafiantes, nuestro amor malandro se escribe con la tinta del deseo y la adrenalina. Juntos construimos nuestro propio camino, sin reglas ni sombras que nos detengan. Porque en este juego peligroso, mi corazón encuentra abrigo en los brazos de este ladrón de emociones, y sin importar a dónde nos lleve esta vida callejera, siempre seré su cómplice, su reina malandra y su eterna enamorada.
Eres el ataque perfecto a mi corazón, esa joyita que me roba el aliento sin bajarse de la moto.