A veces el amor duele tanto que sientes que tus lágrimas son la única forma en que tu corazón puede expresar el dolor que lleva dentro, como si cada gota salada tuviera grabado en ella un trozo de lo que alguna vez fue nuestra historia juntos.
Nunca imaginé que el amor podría doler tanto, pero aquí estoy, sintiendo cada latido de mi corazón como un puñal clavado en lo más profundo.
A veces el amor duele tanto que sientes que el corazón se te rompe en mil pedazos, pero aunque duela, no cambiaría ni un instante de todo lo vivido contigo.
A veces el amor es como un cuchillo afilado, corta profundo en el alma y deja cicatrices que nunca se borran.
Aunque me duela en el alma, prefiero recordarte con cariño que olvidarte con rencor.
En cada recuerdo tuyo late el dolor de lo que pudo ser pero nunca fue, un amor incompleto que duele más que cualquier despedida.
A veces me pregunto si tus «te quiero» fueron sinceros o simplemente algo que decías para no estar solo.
A veces el amor duele más cuando te das cuenta de que no era correspondido, de que todas esas palabras bonitas que decías no eran más que un juego para ti.
A veces el amor duele tanto que parece que el corazón se rompe en mil pedazos y no hay suficiente cinta adhesiva para arreglarlo. Pero aún así, prefiero sentir ese dolor a no sentir nada en absoluto. Porque al menos sé que mi corazón todavía está vivo, aunque esté herido.
Sabía que no serías para mí, pero aún así elegí enamorarme de ti. Y ahora, aquí estoy, sintiendo el dolor de amarte en silencio.
Recuerdo cada palabra que pronunciaste, cada promesa que hiciste, pero lo que más duele es saber que ya no significo nada para ti.
Aunque me duele admitirlo, yo fui la tinta que escribió tus lágrimas en blanco y negro en el libro de nuestro amor.
Tantas veces me dijiste que me amabas, pero fue en tus silencios donde encontré la verdad que tanto dolía: tu amor solo era una ilusión creada para ocultar tus verdaderos sentimientos. Ahora, en cada paso que doy sin ti, siento cómo las heridas de este amor falso cicatrizan, recordándome que puedo ser más fuerte de lo que creí.
Aunque duela en el alma, prefiero amarte en silencio y guardar nuestros recuerdos en un rincón secreto de mi corazón, donde solo yo pueda sufrir el peso de este amor no correspondido.
Me quisiste como un libro de poesía, pero te leíste solo las páginas bonitas y dejaste olvidadas las partes que dolían.
Aunque mi corazón sangra cada vez que te veo partir, prefiero guardarme el dolor en silencio y recordar los momentos felices que compartimos juntos.
Duele amarte tanto y saber que nunca seré suficiente para ti, pero prefiero sufrir en silencio a perderte por completo.
Me engañaste con tus promesas vacías y ahora mi corazón está lleno de cicatrices que duelen como puñaladas.
No esperaba que el amor pudiera doler tanto, pero duele más cuando sé que te perdí por mis propios errores.
Aunque duela, prefiero amarte en silencio y guardar nuestros momentos como fragancias secretas en el rincón más íntimo de mi corazón.