Amo mis cicatrices porque son la prueba de que he sobrevivido a mis batallas internas y he salido más fuerte del otro lado.
Hoy me di cuenta de que no necesito a alguien más para sentirme amado/a, porque el amor más importante y verdadero siempre ha sido aquel que tengo por mí mismo/a.
Tú y yo, somos un equipo invencible, unidos por el amor propio que nos lleva a conquistar cada desafío con una sonrisa en los labios y la certeza de que merecemos lo mejor.
Nadie me ama como yo, así que me dedico a regalarme flores, abrazos y palabras de aliento cada día.
No importa cuántas veces me hayan roto el corazón, yo siempre seré mi primera opción de amor.
Acepto mis cicatrices y abrazo mis imperfecciones, porque sé que en ellas reside mi belleza única y mi amor propio inquebrantable.
Me amo tanto que me mimo con sonrisas, abrazos y un corazón llenito de autoamor.
Hoy me di cuenta de que el amor propio es como una planta: hay que regarlo todos los días con pensamientos positivos, aceptación y cuidado. Y yo, estoy decidido/a a ser mi propio/a jardinero/a y verme florecer cada día más.
No necesito que nadie me complete, porque ya soy un amor completo en mí mismo.
Me amo tal y como soy, sin necesidad de pretender ser alguien diferente. Soy suficiente para mí y merezco todo el amor que puedo brindar.
Me miro al espejo y me sonrío, porque sé que el amor más importante en mi vida siempre estaré en mi propio abrazo.
Me amo y me valoro tal como soy, con mis virtudes y mis defectos, porque en mi amor propio radica mi felicidad.
No necesito a alguien que me complete, porque con mi amor propio ya lo tengo todo.
Soy mi propio sol, irradiando amor y confianza desde lo más profundo de mi ser.
Me amo a mí misma, con todas mis imperfecciones y locuras, porque solo así puedo ser auténticamente yo y amar a alguien más de la manera que merece.
Recuerda, mi amor propio es mi mayor superpoder.
No necesito a alguien que me complete, porque ya soy un rompecabezas perfecto por mí mismo.
Me amo con locura, me acepto con todas mis imperfecciones y celebro cada pequeño logro en el camino de mi propia felicidad.
Hoy decidí que el amor propio va antes que cualquier otro tipo de amor, porque si no me amo yo, ¿cómo espero que alguien más lo haga? Así que me pongo en primer lugar, me valoro y me quiero tal como soy, sin necesidad de pedir permiso.
Yo me amo tanto que podría ser mi propio crush.