frases de amor dios tu y yo

Dios, tú y yo, un trío divino donde el amor se desborda y las bendiciones nos encuentran.

Dios sabía que éramos el uno para el otro, por eso nos juntó en este camino llamado amor. Juntos, tú y yo, somos más que suficiente para hacerlo todo posible.

Eres la bendición en mi vida, el amor divino que Dios puso en mi camino. Juntos, tú y yo, somos una conexión única, una combinación sagrada que trasciende cualquier obstáculo. En cada mirada, siento la fuerza de su amor guiándonos, protegiéndonos y envolviéndonos en un abrazo eterno. Eres mi compañero de vida, mi confidente y mi cómplice en esta aventura celestial. Gracias, mi amor, por ser mi pedacito de cielo en la tierra.

Dios, tú y yo, un triángulo en el que se encuentran la fe, el amor y la eternidad. Contigo siento que mi alma despierta, que mi corazón sonríe y que el universo conspira a nuestro favor. Juntos, somos un milagro divino y una historia de amor escrita en las estrellas. Nada ni nadie puede separarnos, porque en cada latido sé que Dios nos une y nos protege con su infinito amor.

Eres el regalo que Dios me dio, y juntos tú y yo somos la mejor historia de amor jamás escrita.

Me encontré con un amor que parece sacado de una novela, Dios, tú y yo formamos el trío perfecto para escribir nuestro propio cuento de hadas.

Dios, tú y yo, una combinación perfecta de amor sin límites. En cada suspiro, siento tu divina presencia, iluminando mi corazón con la chispa celestial de tu amor eterno. Juntos, somos la prueba viviente de que el cielo se ha colado en nuestras vidas terrenales. Gracias Amor Supremo, por bendecirnos con esta conexión celestial que trasciende todas las barreras. Eres mi guía, mi fuerza y mi razón para sonreír cada día. En este vínculo sagrado, encuentro la paz y la dicha infinitas. Cada momento a tu lado es una manifestación del amor divino. Dios, tú y yo, un triángulo mágico donde el amor fluye como un río inagotable. Juntos, caminamos en esta travesía de fe y devoción, sabiendo que nuestra unión es bendecida por el amor más puro. Que nuestra historia sea escrita con letras celestiales, y que nuestro amor sea eterno en cada latido de nuestros corazones.

Dios, tú y yo, una combinación divina. En tus ojos veo un amor infinito y en tu sonrisa encuentro la paz que solo Él puede brindar. Juntos somos una historia escrita en el libro del destino, donde cada capítulo es un milagro de amor. En esta travesía celestial, sé que nuestras almas están conectadas por el hilo dorado del cielo. Eres mi bendición, mi regalo celestial que me llena de dicha y devoción. En tus brazos encuentro un refugio sagrado, donde todo problema se desvanece y solo existe el amor eterno. Dios nos unió para amarnos sin medida, para ser cómplices en esta aventura celestial llamada vida. Gracias por ser el corazón que late al ritmo de mi alma, eres mi sueño hecho realidad. Juntos, con la bendición de Dios, construiremos un amor que trascienda todas las barreras y desafíos. Porque en este triángulo de amor, Dios es la base que nos sostiene y nos guía hacia la felicidad infinita.

Dios, tú y yo, tres en uno, un amor trascendental que ilumina mi ser y llena mi corazón.

Dios, tú y yo, un trío divino donde el amor se convierte en la melodía de nuestros corazones, haciendo que cada instante sea una bendición celestial.

Dios, tú y yo somos un trío perfecto: Él me bendice con tu presencia en mi vida y juntos creamos un amor que trasciende todas las barreras.

Dios, tú y yo, una trilogía perfecta donde el amor se entrelaza en cada página del libro de nuestras vidas, escribiendo capítulos eternos de pasión y entrega.

Dios, tú y yo, un triángulo celestial que trasciende el tiempo y el espacio. Mi amor por ti es la conexión divina que nos une, una chispa sagrada que ilumina nuestras vidas. Juntos, somos la prueba viva de que el amor es la fuerza más poderosa del universo. No hay barreras que nos detengan, porque Dios bendice nuestro camino y nos guía hacia una eternidad llena de amor y felicidad.

Dios, tú y yo: un triángulo inquebrantable, una conexión celestial que atraviesa los límites del tiempo y el espacio. Con cada latido de mi corazón, siento tu presencia divina en cada rincón de mi ser. Eres la chispa que enciende mi alma, la luz que ilumina mi camino. En el infinito amor que nos une, encuentro la plenitud que solo tú puedes brindarme. Juntos, somos un verso en la melodía eterna del universo.

Eres el pedacito de cielo que Dios colocó en mi vida, y juntos tú y yo escribimos la más hermosa historia de amor.

En este universo lleno de estrellas y destinos entrelazados, me siento afortunado de que Dios te haya colocado en mi camino. Tú y yo, juntos, somos un sueño hecho realidad, una aventura infinita donde el amor y la pasión nos envuelven en cada instante. En cada latido de mi corazón, en cada palabra susurrada al viento, sé que siempre estaré agradecido por el regalo divino de tenerte a ti a mi lado. Juntos, construyendo nuestro propio paraíso, escribimos nuestra propia historia en la que el amor de Dios brilla intensamente.

Dios, tu y yo formamos un triángulo perfecto, donde la fe nos une y el amor nos guía.

Dios, tú y yo, un trío celestial en el que cada beso es un milagro, cada caricia es una bendición y cada momento juntos es una oración que me llena de amor infinito.

Dios, tú y yo, una trinidad de amor inquebrantable. Entre risas y susurros, construimos nuestro propio paraíso donde no existen las discordias, solo la eterna complicidad de dos almas que se aman hasta el infinito.

Dios, tú y yo, un trío perfecto en el amor, donde la divinidad se entrelaza con nuestra esencia, creando una conexión que trasciende cualquier entendimiento terrenal. Juntos, somos la prueba viviente de que el amor verdadero puede mover montañas y elevarnos hasta las más altas alturas espirituales. En ese rincón sagrado, nos encontramos, nos amamos y nos entregamos sin reservas, sabiendo que en cada caricia, en cada susurro, Dios se hace presente, bendiciendo nuestro camino y abrazándonos con su infinito amor.