Me enamoré de tu sonrisa irreverente, de esos ojos que cuentan historias y de tu abrazo que me hace sentir en casa. Cada vez que te veo, mi corazón se desborda de alegría y mis palabras se pierden en un mar de suspiros. Eres mi canción favorita, mi rayo de sol en los días grises y el único remedio para todos mis males. No importa cuántas veces me equivoque, siempre estaré aquí, dispuesto a luchar por nuestro amor hasta el último aliento. Juntos, somos el tango perfecto que baila bajo la lluvia, desafiando las normas y creando nuestra propia melodía. Eres mi confidente más fiel, mi compañero de aventuras y el dueño indiscutible de mi corazón. Así que déjame amarte sin condiciones, sin límites ni barreras, porque contigo descubrí que el amor es eterno mientras dure cada instante que compartimos.
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