Quizás no lo veas, pero cada vez que sonríes con alguien más, siento cómo se despedaza un poco más mi corazón.
No sabía que el amor podía romperse en tantos pedazos, pero aquí estoy, recogiendo los fragmentos de mi corazón y aprendiendo a amarme a mí mismo antes de intentar amarte a ti de nuevo.
No te culpo por haberme roto el corazón, me culpo a mí misma por haberlo entregado sin pensarlo dos veces.
Me pintaste en tus sueños, pero me despertaste en realidad; me rompiste el corazón y ahora solo soy un puzzle incompleto tratando de encontrar mis piezas perdidas.
Perderte fue como romper en mil pedazos un espejo que guardaba nuestra imagen, y cada fragmento me recuerda lo que era amarte.
No sé si me equivoqué al amarte o si me equivoqué al dejar de hacerlo, pero aquí estoy, con el corazón hecho pedazos y tratando de encontrar las piezas perdidas de nuestro amor roto.
Dicen que el amor es como un cristal, hermoso y frágil al mismo tiempo. Y puedo asegurarte que mi corazón ahora está hecho pedazos, porque tú fuiste quien lo rompió en mil pedacitos.
Creí que nuestro amor era irrompible, pero me equivoqué; ahora soy un rompecabezas incompleto, buscando desesperadamente las piezas perdidas.
Me rompieron el corazón, pero siempre quedará la esperanza de que algún día seamos dos piezas rotas que vuelvan a encajar perfectamente.
Te juro que mi corazón roto ya no tiene espacio para volver a amar, pero si hay algo que nunca rompiste fue mi esperanza de que algún día alguien se atreva a pegar los pedazos y me haga creer en el amor de nuevo.
Aunque me duela en el alma, prefiero recordarte con cariño en lugar de aferrarme a un amor roto que ya no tiene remedio.
Me rompiste el corazón en mil pedazos y ahora cada uno de ellos late en busca de su propia razón para seguir latiendo sin ti.
Aunque me duela admitirlo, se me cayó el corazón al suelo y no sé cómo volver a armar el rompecabezas sin tus piezas.
Me despediste de tu vida como si fuera un personaje secundario en una película, pero nuestro amor, aunque roto, siempre será protagonista en mi corazón.