- VER CATEGORÍAS
Si me amas a mí, entonces amas a una mujer llena de fuerza, resiliencia y valentía. Amas a alguien que camina con la cabeza en alto, sin disculparse por ser quien es. Te amo a ti, pero siempre me amo primero.
Amo mi esencia, mis imperfecciones y cada parte de mi cuerpo, porque ser mujer es un privilegio que abrazo con amor propio.
No necesito príncipes azules, prefiero ser mi propia reina y escribir mi propio cuento de amor.
Soy una guerrera empoderada, con cada cicatriz en mi corazón, demuestro al mundo que el amor propio es mi más grande fortaleza.
Soy la protagonista de mi propia historia de amor, me amo sin condiciones, me cuido y me valoro cada día más. ¡Soy una mujer que se ama a sí misma con locura y eso es lo que me hace irresistible!
No necesito que nadie complete mi felicidad porque yo soy la dueña de mi propia alegría. Soy una mujer fuerte, valiente y capaz de amarme y valorarme tal como soy. Mi amor propio es el motor que impulsa mi autoestima y me hace brillar con luz propia.
Amo cada centímetro de mi ser, desde mis pecas hasta mis cicatrices, porque soy una mujer poderosa que florece con cada desafío que se cruza en mi camino.
Soy un fuego interno implacable que arde con pasión y determinación. Me amo a mí misma en cada curva, en cada cicatriz y en cada sueño cumplido. Soy mi propia musa, mi mayor admiradora y mi mejor compañera. No necesito de nadie para validarme, porque mi amor propio es mi mejor emblema.
Dueña de mi propio destino, me amo y me valoro, porque sé que merezco lo mejor de la vida.
Y de repente, me encontré a mí misma bailando con mi propio reflejo en el espejo, acariciando cada curva y sonriendo a mis imperfecciones. Porque antes de amar a alguien más, decidí amarme a mí misma sin condiciones, sin miedos y con la certeza de que no necesito a nadie para sentirme completa. Soy mi propia musa, mi propio amor y mi eterna compañera. Porque en este camino de amor propio, soy dueña de mi propia felicidad y escribo mi historia con letras llenas de valentía y libertad. Y así, cada día me descubro más fuerte, más hermosa y más segura de que merezco todo el amor del mundo, empezando por el que cultivo dentro de mí. Así que aquí estoy, amándome a mí misma y siendo mi propia razón para sonreír cada mañana.