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Eres mi prima, pero también mi cómplice, mi confidente y el pedacito de mi corazón que siempre estará cerca. En nuestras risas, en nuestras confidencias y en cada abrazo, sé que nuestro amor de primas es único y especial. Te quiero muchísimo, querida prima.
Eres mi prima, pero en mi corazón no hay parentesco que valga, solo hay un amor inmenso y sincero que me hace sentir afortunado de tenerte cerca.
Eres la prima que siempre ha estado ahí, compartiendo risas y secretos, y ahora mi corazón late un poco más rápido cuando te veo. Eres la prueba de que el amor puede surgir incluso entre primos.
Eres mi prima, pero también eres mi confidente, mi cómplice y mi mejor amiga. No importa la distancia que nos separe, siempre llevaré en mi corazón el amor incondicional que siento por ti.
Eres mi prima, pero también mi cómplice de travesuras y confidencias. En nuestro vínculo tan especial, descubro que el amor familiar se entrelaza con una chispa de cariño único y inexplicable. Juntas reímos, lloramos y soñamos, construyendo recuerdos que serán eternos. Eres mi confidente, mi apoyo incondicional y mi compañera de aventuras. Gracias por ser esa prima maravillosa que me regala infinitos abrazos llenos de amor.
Eres mi prima, pero también mi confidente, cómplice de travesuras y compañera de risas. En este caos llamado vida, sé que siempre contaré contigo, porque nuestro lazo va más allá de sangre, es un amor sin medida.
¡Prima, eres mi cómplice de aventuras, mi confidente incondicional y mi amiga de corazón! Nuestro lazo es tan fuerte que el amor que siento por ti trasciende los límites de la familia. Siempre estaré aquí para apoyarte en cada paso de tu camino, porque nuestro vínculo es eterno. Te quiero más que las palabras pueden expresar, prima querida.