Simplemente no entiende que cada vez que me mira, mi corazón se desborda de amor, pero parece que para él soy solo una más en la multitud, una más que pasa desapercibida en su mundo.
Simplemente no entiende que mi corazón late solo por él, ¿por qué no puede verlo? Me consume el amor no correspondido y me pregunto si algún día podrá sentir lo mismo que siento yo.
Sabía que no serías mío, pero aún así te elegí como si fueras el amor de mi vida. Ahora me quedo con los fragmentos de un corazón roto y la certeza de que nunca seremos más que dos desconocidos que se cruzaron en el camino del amor.
A veces siento que mi corazón late solo por ti, pero sé que el tuyo late por alguien más.
Yo te amaba en silencio, pero tus ojos nunca buscaron los míos. Ahora guardo mis suspiros en el baúl de los recuerdos que nunca sucedieron.
A veces siento que mi corazón late solo por ti, pero tú ni siquiera lo notas. Y aunque duela saber que no me correspondes, prefiero amarte en silencio que perderte de vista.
A veces siento que mi corazón late solo por ti, pero tú estás ocupando el tuyo en otro lugar.
Aunque mis palabras te buscan con ansias, mi corazón entiende que tu amor no me pertenece y se resigna en silencio a admirarte desde la distancia.
Mi corazón late en silencio, suspirando tu nombre en cada latido que se pierde en el vacío de tu ausencia. Te busco en cada rincón de mi alma, pero solo encuentro la sombra de lo que pudo ser. Aunque mi amor por ti no sea correspondido, seguiré amándote en secreto, guardando tus recuerdos en lo más profundo de mi ser.
Mejor amar en silencio que perder tu amistad por intentar algo más.
Me enamoré de tus sonrisas vespertinas y de tus abrazos que me envolvían en un cálido refugio. Pero, al final, solo fui un espectador en la película de tu vida, deseando ser el protagonista.
Tantas veces te busqué en mis sueños, que olvidé que en la realidad eras un sueño inalcanzable.
Me enamoré de ti en un abrir y cerrar de ojos, pero parece que tú nunca viste mi parpadeo. Ahora solo me queda admirarte desde lejos, mientras mi corazón llora en silencio por lo que nunca fue.
Estoy aquí, perdido en el laberinto de mis sentimientos, esperando que algún día descubras la flecha que me clavaste en el pecho. Pero mientras tanto, seguiré caminando con una sonrisa en el rostro, disfrazando mi dolor bajo capas de amor no correspondido.
Me enamoré de su sonrisa, de sus ojos que brillaban como luciérnagas en la oscuridad. Pero mi corazón se quedó colgado en el aire, esperando a que ella sintiera aunque sea un poquito lo mismo. Y mientras tanto, aquí estoy, nadando en un mar de sentimientos no correspondidos, sabiendo que el amor puede ser cruel pero incapaz de dejar de amarla.
Me quedé atascado en la autopista del amor, atrapado en el tráfico de tus indiferencias. No importa cuántas veces trate de avanzar, siempre termino chocando contra el muro de tu corazón.
Aunque sé que mi amor por ti se pierde en la inmensidad de tu indiferencia, sigo soñando con el día en que mis latidos encuentren eco en tu corazón y mi risa sea la música que inunde tus días.
No importa cuánto lo intenté, en el juego de amor, siempre fui el eterno suplente, el jugador que nunca vio la cancha pero que entrenó con pasión. Tu corazón eligió a otro y aunque duela, acepto ser esa sombra silenciosa que siempre te observa desde lejos, esperando en vano que algún día te des cuenta de que mi amor siempre estuvo aquí, esperándote en la banca.
Aunque mi corazón se empeñe en amarte, sé que tus ojos solo ven a otro, pero no importa, seguiré soñando contigo, porque en mis sueños eres mío, aunque en la realidad nunca lo serás.
A veces, el amor nos juega una mala pasada y terminamos siendo protagonistas de un libro en el que no somos los elegidos. Pero sabes qué, corazón roto, yo prefiero ser la autora de mi propia historia, aunque en ella no estés tú.