Eres mi pequeño rayo de sol, mi mayor alegría y el amor más puro que he conocido. Cada vez que te miro, me llenas de ternura y orgullo, porque sé que serás capaz de conquistar el mundo con tu dulzura y valentía. Te amo infinitamente, mi tesoro, y siempre estaré aquí para ti, acompañándote en cada paso de tu camino y celebrando tus triunfos como si fueran los míos. Eres el regalo más hermoso que la vida me ha dado, y no puedo imaginar mi existencia sin ti.
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