La pasión de tus labios incendia mi piel, fundiéndome en un abrazo de fuego que deja huellas imborrables. En tus ojos encuentro la promesa de una noche ardiente, donde nuestros cuerpos se entregan sin reservas y nuestras almas se funden en un vínculo indomable. Juntos, creamos nuestra propia dimensión de deseo desenfrenado, y en cada encuentro nuestro amor se desborda como lava volcánica, consumiendo cualquier temor y llevándonos a un éxtasis inigualable. En tus brazos, me sumerjo en el fuego que nos une, alimentando el calor que nos mantiene unidos, encendidos y eternamente enamorados.
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