En el laberinto de mis sueños, encontré tu mirada y me perdí en ella como un marinero sin rumbo. Eres mi Julieta, mi Beatriz, mi musa inmortal en este cuento de amor que escribimos juntos. En tus brazos encuentro la calma que buscaba y en tus besos, las palabras que nunca supe expresar. Eres mi Shakespeare, mi poesía convertida en realidad, y en cada verso compartido descubro el significado del verdadero amor.
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