Entre la lluvia y yo, siempre está el amor. Sus gotas caen suavemente sobre mí, como besos secretos que me susurran palabras dulces al oído. En días grises, el cielo se une a mi melancolía, pero en el fondo sé que es solo una excusa para abrazarme más fuerte, para despertar mis emociones más profundas. La lluvia y yo, un dúo inseparable que disfruta de la nostalgia y se entrega al romance en cada gota que cae. En días así, mi corazón se desborda de amor, y solo puedo agradecer a la lluvia por ser mi cómplice en este eterno romance.
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