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Eres mi terapia perfecta, tu amor es el mejor masaje para mi corazón.
Cada vez que tus manos rozan mi piel, siento cómo mis músculos se entregan a un dulce masaje de amor, enredándose en tus caricias y sanando con cada movimiento. Eres la fisioterapeuta que no solo cura mi cuerpo, sino también mi corazón.
Eres mi terapia favorita, tu amor es el mejor remedio para mis dolores del corazón.
Eres mi «terapia» favorita, con cada masaje tu toque sana mi corazón y tus manos hacen que mi amor por ti se fortalezca.
Cada vez que tus manos rozan mi cuerpo, no solo alivias mis dolores físicos, también despiertas un amor en mí que sana todas las heridas de mi alma. Eres mi fisioterapeuta y mi corazón late con fuerza por ti.
Puede que mi corazón palpite fuerte por ti, pero sólo un fisioterapeuta como tú podría entender cómo aliviar mi amor doloroso.
Cuando tus manos tocan mi cuerpo, mis dolores se evaporan y mi corazón encuentra en cada movimiento una cura para el amor.
Cuando me miras con esos ojos llenos de ternura y cuidado, mi corazón se acelera más que el pulso de un paciente en rehabilitación.
Tus manos son mis salvadoras, un masaje de amor que sana mi cuerpo y acaricia mi alma. Eres mi fisioterapeuta favorito/a, con cada roce me haces suspirar y olvidar cualquier dolor.
Eres mi fisioterapeuta favorito/a, porque cada vez que me tocas, mis dolores se desvanecen y mi corazón late más fuerte por ti.
Eres mi fisioterapeuta y mi corazón se recupera con cada caricia sanadora que me das, tu amor y tus manos tienen el poder de aliviar mis dolores físicos y conquistar mi alma. Juntos creamos un vínculo único donde el amor y la terapia se entrelazan, convirtiéndonos en cómplices en el camino hacia mi bienestar. Gracias por sanar mi cuerpo y por regalarme también tu amor incondicional, eres mi remedio perfecto en esta locura llamada vida.
Cuando tus manos rozan mi cuerpo, no solo sanas mis dolencias físicas, sino que también despiertas en mí un amor que va más allá de la terapia. Eres mi fisioterapeuta y mi cómplice en esta danza de sensaciones que me haces sentir.
Cuando tus manos acarician mis músculos, mi corazón se deshace en nudos de amor terapéutico.
Cuando nuestras manos se encuentran y nuestros cuerpos se entrelazan, siento que la magia de la fisioterapia se convierte en el bálsamo perfecto para curar mi corazón herido. Eres mi terapia favorita, mi curandero del amor y mi motivación para sanar en todos los sentidos.
Cuando tus manos sanadoras recorren mi cuerpo, no solo despiertan los músculos, también despiertan un amor profundo dentro de mí. Eres mi terapia, mi alivio y mi corazón en cada movimiento.
Eres mi fisio favorito, el que con sus manos mágicas cura mis dolores pero también roba mi corazón.
Cuando tus manos se deslizan amorosamente sobre mi cuerpo, siento que cada músculo y cada ligamento se rinden a tu tacto sanador. Eres mi fisioterapeuta del corazón, curándome con cada caricia y haciendo que el amor fluya en cada sesión.
Cuando tus manos tocan mi cuerpo, mis contracturas desaparecen y mi corazón se relaja. Eres mi fisioterapeuta del amor, sanas tanto mis músculos como mi alma.
Cada vez que me tratas con tus manos sanadoras, mi corazón siente el alivio de un abrazo y se llena de amor por ese fisioterapeuta especial que eres. Eres mi remedio favorito para cualquier dolor, tanto físico como emocional, y cada sesión contigo es una dosis de amor y cuidado que nunca quiero dejar de recibir.