Soy fiel a tus colores, equipo de mi vida. Mi amor por ti es tan grande como el estadio y tan intenso como el gol del minuto 90. Juntos hemos vivido alegrías y tristezas, pero siempre perseveramos. Eres mi pasión, mi razón de ser en los días de partido, donde la emoción desborda mi corazón. En las buenas y en las malas, siempre te seguiré alentando desde las gradas, porque amarte es un sentimiento que no tiene final. ¡Vamos, equipo! ¡A ganar hasta el último aliento!
Eres mi equipo favorito, el único que me hace latir el corazón con cada gol, te seguiré en todas las canchas porque contigo siento una pasión inexplicable. Vamos juntos por la gloria, ¡hasta el final!