A veces siento que mi corazón es como un rompecabezas incompleto, con piezas rotas y ausentes que ya no encajan más.
Cuando el corazón se rompe, las grietas duelen igual que mil puñaladas.
Aunque las cicatrices en mi corazón me recuerden el dolor de tu ausencia, sigo amándote en silencio, guardando en lo más profundo de mí la esperanza de que algún día vuelvas a iluminar mi mundo con tu presencia.
Aún late en mi pecho el eco de tus palabras cortantes, el recuerdo de tus ojos fríos que una vez brillaron por mí. Ahora solo queda el dolor de un amor destrozado que intento recomponer en vano.
A veces siento que mi corazón es un rompecabezas incompleto, con piezas perdidas que ya no encajan.
A veces siento que mi corazón es un rompecabezas incompleto, donde algunas piezas se han perdido y ya no encajan en su lugar.
A veces siento que mi corazón es un rompecabezas incompleto, con piezas que ya no encajan desde que tú te fuiste.
Aunque mi corazón esté hecho pedazos, todavía late por ti, recordándome lo que solíamos ser.
A veces siento que mi corazón es como un rompecabezas incompleto, con piezas perdidas que ya no encajan, pero que aún duelen al intentarlo.
¿Sabes cuál es el problema de amar con todo el corazón? Que cuando te destrozan, te dejan en mil pedazos y nadie tiene la receta para volver a reconstruirte.
Sigo arrastrando los pedazos de nuestro amor destrozado, intentando recomponer un rompecabezas que ya no tiene sentido.
A veces siento que mi corazón es como un rompecabezas roto, tratando de encontrar las piezas que un día encajaron contigo.
Aunque te fuiste, tus recuerdos siguen destrozando mi corazón en pedazos, como si fueran espinas clavadas que no puedo sacar.
Aunque el amor se desvaneció como una estrella fugaz en la noche, aún siento su eco destrozado resonando en mis entrañas, recordándome que alguna vez fuimos fuego y ahora solo quedan cenizas en mi corazón.
Aunque todavía late mi corazón, siento que se ha roto en mil pedazos desde que te fuiste. Tu ausencia me consume por dentro y el dolor de perderte me acompaña a cada instante, como una sombra que nunca se aleja.
Cuando se mezclan los sentimientos y las lágrimas se convierten en poesía, supe que mi amor destrozado era un puñado de versos sin rima.
Me quedé sin fuerzas para seguir amando, pero eso no significa que mi corazón haya dejado de sangrar por ti.
Aunque mis sentimientos estén hechos pedazos, seguiré amándote en silencio, porque a veces, el amor más fuerte es aquel que nunca será correspondido.
Hoy, mi corazón no sabe si llorar o reír, porque aunque te amé con todo mi ser, me queda el amargo sabor de un amor que se desvaneció entre palabras no dichas y promesas rotas.
A veces me pregunto si el amor destrozado es un arte en sí mismo, una sinfonía de corazones rotos que se entrelazan en un desesperado intento por encontrar consuelo en la oscuridad.