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Tropecé contigo en el camino y supe al instante que el destino no se equivoca: nuestra historia estaba escrita en las estrellas, entrelazada en cada rincón del universo.
Eres mi destino, la casualidad perfecta en medio del caos, el mapa dibujado en mi corazón que me guía hacia ti sin desviarme.
Mi corazón sabía que nuestro encuentro era inevitable, como si el destino nos hubiera trazado un mapa secreto de amor. Desde ese primer cruce de miradas, supe que estábamos destinados a entrelazar nuestras almas en una historia llena de magia y complicidad. No importa los obstáculos que se interpongan en nuestro camino, porque sé que el destino siempre encuentra la manera de unir a aquellos que están destinados a amarse. Y yo, estoy dispuesto a seguir cada señal del universo para encontrarte y amarte sin límites.
Como si estuviéramos destinados a cruzar caminos, nuestros corazones se encontraron en un caos perfecto de miradas y sonrisas cómplices.
El destino me susurró al oído que nuestros caminos estaban destinados a cruzarse, y ahora somos protagonistas de esta historia de amor que parece sacada de un cuento.
Cuando nuestros caminos se cruzaron, supe que el destino sabía que éramos más que casualidad; éramos un encuentro predestinado a deslumbrar al mundo con nuestro amor.
Cuando te conocí, supe que nuestros caminos estaban destinados a cruzarse en esta locura de vida, y ahora, cada día agradezco al universo por haberme llevado hasta ti. Eres mi destino, mi corazón rebosante de amor y mi razón para creer en los milagros del amor verdadero. Juntos, somos el sueño hecho realidad que nunca supe que necesitaba, y no puedo esperar para seguir escribiendo nuestra historia llena de destinos entrelazados y amor eterno.
El destino me cruzó contigo y desde entonces mi corazón no hace más que suspirar tu nombre en cada latido, porque sé que nuestro amor no es casualidad, sino una hermosa coincidencia escrita en las estrellas.
Cuando nuestras miradas se cruzaron, supe que el destino había conspirado para unirnos en este maravilloso caos de amor que vivimos cada día.
Encontré a mi destino en el momento en que nuestros corazones chocaron como dos cometas en el cielo estrellado, y desde entonces, nuestras almas se han fundido en una danza eterna de amor y pasión desbordante.
El destino me guió hacia ti, como un imán que atrapa a dos almas perdidas en la inmensidad del universo.