- VER CATEGORÍAS
A veces el amor duele, pero prefiero amar y no ser correspondido, que vivir sin sentir nada en mi pecho. Porque aunque no me quieran, mi corazón sigue siendo capaz de amar con todo su fervor y encontrar la felicidad en los pequeños destellos de cariño que se cuelan entre las grietas de mi alma.
Aunque duela aceptarlo, mi corazón es consciente de que no puedo obligar a alguien a amarme, pero siempre habrá una chispa de esperanza guardada en lo más profundo, porque el amor verdadero no se mendiga, se merece.
No sé si entenderé algún día por qué tú no me quieres, pero mientras tanto, voy a quererme a mí mismo el doble para compensar.
No puedo forzarte a amarme, pero puedo aprender a amarme lo suficiente como para dejarte ir y encontrar a alguien que sí me quiera tal como soy.
Aunque el corazón me duela, sé que merezco alguien que me quiera como soy, sin condiciones ni dudas. No buscaré amor donde no lo hay, pero mientras tanto, me amaré a mí mismo y seguiré brillando en mi propio camino. Porque el amor verdadero llega cuando menos te lo esperas y cuando estás listo para recibirlo de verdad.
Aunque duela aceptarlo, no puedo amarrar el corazón de alguien que no quiere estar en mi barca. Pero prefiero navegar con la esperanza en mis velas, listo para encontrar un puerto donde me amen tal y como merezco.
A veces el amor se disfraza de indiferencia, pero no puedo obligar a alguien a quererme, así que prefiero amarme a mí mismo y dejar espacio para aquellos que valoren todo lo que soy.
Aunque duela aceptarlo, el amor no puede ser forzado. Pero sabes qué? Me quiero tanto a mí mismx que no necesito mendigar el afecto de alguien que no me quiere. Porque el amor propio es el mejor regalo que puedo darme a mi mismx, y eso nadie puede quitármelo. Así que, aunque duela, seguiré adelante y encontraré a alguien que valore todo el amor que tengo para dar.
Aunque no me quieras, seguiré amándote como si fueras el sol en mi cielo y la razón detrás de mis suspiros. Porque no puedo controlar a quién amo, pero puedo elegir cómo amarte: con toda mi alma, aunque sea desde la distancia.
Aunque duela aceptarlo, hay amores que se van sin haber llegado realmente. Pero eso no significa que debamos dejar de querernos a nosotros mismos. Nos merecemos un amor que nos abrace con fuerza, que no tenga miedo de demostrar lo que siente y que valore nuestra presencia en su vida. Al final del día, no te preocupes por aquellos que no te quieren, porque tarde o temprano encontrarás a alguien que te amará como mereces, sin reservas ni condiciones. Así que sigue adelante, sonríe y no te olvides de amarte a ti mismo.
Duele aceptar que no me quieran, pero prefiero amarme a mí mismo y dejar espacio en mi vida para alguien que valore todo lo que soy.
Aunque duela aceptarlo, sé que no puedo obligar a nadie a quererme, pero tampoco voy a permitir que la falta de amor de alguien me haga olvidar lo valioso que soy. Porque al final, seré yo quien se ame incondicionalmente y encuentre la felicidad en mi propio amor propio.
A veces me pregunto si el amor es como una moneda, y aunque sé que no todos la valoran, yo sigo buscando a alguien dispuesto a recogerla del suelo y darse cuenta de su verdadero valor.
Aunque no me quieras, seguiré amándote como loco, porque el amor no entiende de preferencias, solo de querer con todas las fuerzas posibles, incluso cuando el destino se empeña en separarnos.