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Eres mi principal sospechoso de robar mi corazón, y aunque me encantaría interrogarte cada segundo, solo quiero que confieses que también eres culpable de amarme como nadie más lo ha hecho.
Me robaste el corazón con tu mirada criminal, y ahora vivo en una eterna investigación de tus besos, en busca de pruebas de amor que me condenen a ser tuyo por siempre.
Cuando te vi por primera vez, supe que mi instinto de investigador del amor había encontrado el crimen perfecto: robaste mi corazón sin dejar rastro y ahora solo quiero que me interroguen tus labios en cada encuentro clandestino.
Investigo crímenes, analizo pruebas, pero en la ecuación del amor, tú eres el único misterio que no puedo resolver. Eres mi enigma más intrigante y me encanta perderte en tus huellas digitales de cariño.
Mi amor por ti es como un misterio sin resolver, un enigma que solo un criminólogo como yo puede descifrar. Tu sonrisa es la evidencia más contundente de mi felicidad, y tus abrazos son como pruebas irrefutables de que somos cómplices en este juego del amor. Juntos, investigaremos cada rincón de nuestros corazones, desentrañando los secretos más profundos y descubriendo la verdad detrás de cada mirada. En nuestra historia de amor, seremos detectives incansables, persiguiendo la pasión y aprehendiendo la felicidad.
Delante de cada escena del crimen, mi corazón se detiene y solo puede pensar en ti, porque eres el enigma que quiero resolver en esta vida llena de deliciosos misterios.
En el caos de mi corazón, tus huellas son como pistas perfectas que me llevan directo a ti, detective de emociones y ladrona de suspiros. Entre crímenes de pasión y misterios de amor, sé que contigo siempre estaré resolviendo el caso más importante: el de amarte sin límites ni sospechas.