En cada página de nuestra historia, nos encontramos como letras dispuestas a ser leídas por el mundo, y nuestro amor es el punto y aparte que da sentido a cada capítulo.
Desde que te encontré, mi corazón se convirtió en un laberinto donde solo encuentro salida cuando estamos juntos, y aunque las respuestas se escondan detrás de preguntas infinitas, sé que nuestro amor es la respuesta que siempre estuve buscando en esta vida caótica.
Me vuelvo rayuela en el laberinto de tu piel, saltando de palabra en palabra, buscando descubrir la historia infinita que se esconde entre tus páginas besadas por el tiempo.
Eres ese fuego que arde en mis palabras, el verso más intenso de mi propia melodía, la dosis perfecta de adrenalina que me hace vibrar. Respiro tus letras y me embriago de amor cortazariano, perdiéndome en el laberinto de tus versos, donde cada palabra es un abrazo que acaricia mi alma. Juntos creamos nuestro propio universo literario, donde los párrafos se entrelazan con nuestros suspiros y las metáforas se convierten en besos robados. En cada página compartimos nuestro romance, escribiendo nuestra propia historia con pluma y papel, dejando que el amor nos guíe por los caminos de la poesía.
Cuando te vi, sentí que mis latidos bailaban un tango desenfrenado en mi pecho, mientras tus ojos me invitaban a perderme en el laberinto de tu alma.
Sé que suena cursi, pero te juro que cuando estás a mi lado el tiempo se detiene y empieza a bailar al ritmo de nuestro amor. Cortázar se quedó corto en sus palabras para describir lo que siento por ti.
Me pierdo en sus ojos como un laberinto infinito, donde cada mirada es un abrazo y cada sonrisa es la clave para encontrar mi felicidad.
Me descubro escribiendo en versos y pensando en ti, como si Borges y Cortázar se unieran para crear el más bello laberinto de amor.
Cuando te encuentro entre páginas y letras, mi corazón se desdobla en un abrazo eterno y mis ojos se convierten en dos pequeños libros donde solo tú, mi amor cortazar, puedes leer tus versos más íntimos y profundos.
En cada bocado de amor que saboreo a tu lado, me sumerjo en el universo mágico de Cortázar, donde los besos se convierten en páginas de cuentos infinitos y nuestros abrazos son capítulos llenos de pasión desbordante.
Me sumerjo en tus labios como Cortázar en un libro, explorando cada palabra buscando el sentido oculto de tu amor.
No me basta con amarte, necesito perderte un poco cada día para volver a encontrarte y enamorarme una y otra vez.
En el caos de esta vida, me encontré con tu mirada y supe que sería el desorden más hermoso en el que quisiera perderme una y mil veces.
Me enamoré de tus ojos, y en ellos encontré un universo infinito donde perderme cada día. Como Cortázar, nos sumergimos en la magia de lo imprevisible, dejando que el amor nos guíe en estas páginas en blanco que llamamos vida.