Mi amado esposo, eres mi bendición, mi compañero de vida en esta travesía llena de fe y amor. Juntos construimos nuestro hogar sobre los pilares de Dios, sosteniendo nuestras manos contra las tormentas y celebrando cada victoria. En tus abrazos encuentro el consuelo divino y en tu mirada, el reflejo del amor eterno. Gracias por ser mi apoyo incondicional, mi confidente y mi guía espiritual. Eres el regalo más preciado que Dios ha puesto en mi camino y cada día agradezco su magnificencia al unirnos en sagrado matrimonio. Te amo más allá de las palabras, y juntos, seguiremos alabando al Señor en cada paso que demos.
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