Eres como esa canción prohibida que se escucha en la oscuridad, un fuego que enciende mi alma y me hace volar sin importar las barreras. Sé que eres una mujer casada y mi corazón es consciente de los límites, pero no puedo evitar sentirme atraído hacia ti. Cada vez que nuestras miradas se cruzan, el mundo desaparece y solo existimos tú y yo. No sé si algún día nuestros caminos se entrelazarán más allá de la amistad, pero mientras tanto, guardaré nuestros momentos furtivos en el más profundo rincón de mi corazón. Porque aunque no pueda tenerte, siempre te llevaré conmigo en cada latido de mi ser.
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