A veces me pierdo en tus ojos y encuentro el amor propio que olvidé tener, porque solo tú me haces sentir tan valioso como merezco.
Sé que no necesito que alguien más me complete, porque soy mi propio amor incondicional.
Cuando me di cuenta de que merezco amarme a mí mismo tanto como amo a los demás, descubrí el poder transformador del amor propio. No hay nada más valioso que aprender a valorarme y aceptarme tal y como soy, con todas mis imperfecciones y fortalezas. El amor propio es mi escudo ante la adversidad y mi refugio en tiempos de tormenta. Así que hoy elijo amarme sin límites, ser mi propio confidente y celebrar cada pequeño logro como prueba de mi inmenso amor por mí mismo.