A veces, cuando el amor se enoja y mi corazón se revoluciona, me doy cuenta de que no puedo vivir sin tus abrazos cálidos ni sin los besos que me transportan a otro universo. Aunque discutamos y nuestras palabras sean afiladas como cuchillos, al final del día, nuestro amor siempre prevalece porque la pasión que nos une es más fuerte que el enfado momentáneo. Eres esa chispa que ilumina mi vida, incluso en los momentos oscuros y tormentosos. Te amo aún en medio del enojo, y no puedo evitar extrañarte incluso cuando estamos peleando. Porque, al fin y al cabo, nuestro amor es tan intenso que hasta las discusiones se convierten en una prueba de fuego que nos hace más fuertes juntos. Solo espero que al final de cada enfado, podamos aprender a perdonar y a amarnos con más intensidad, dejando atrás el orgullo para dar paso a la reconciliación y al amor eterno.
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