Aunque ya no estés físicamente a mi lado, mi amado esposo, el amor que compartimos sigue vivo en el rincón más profundo de mi corazón. Tu presencia se desvaneció, pero nuestros recuerdos y nuestro amor permanecerán eternamente grabados en mi alma. Te extraño cada día, pero sé que desde donde estás, sigues cuidando de mí y guiando mis pasos. Eres y siempre serás mi gran amor, mi compañero de vida y mi eterno confidente. Hasta que nos volvamos a encontrar, guardaré cada momento vivido contigo como un tesoro invaluable. Te amo más de lo que las palabras pueden expresar.
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