Cuando siento el amor de Dios en mi corazón, no puedo evitar sentirme en una montaña rusa de emociones divinas. Es como tener a mi lado al mejor amigo, confidente y amante, todo en uno. Su amor es la fuerza que me impulsa a amar incondicionalmente, abrazando cada imperfección y celebrando cada momento de conexión celestial. En medio de la adversidad o en los días llenos de alegría, sé que siempre puedo contar con Él para cubrirme con su amor infinito. Y así, con cada latido de mi corazón, le agradezco por hacerme sentir amado de una manera que solo Él puede hacerlo. ¡Gracias, Dios, por ser mi eterno compañero en este viaje llamado vida!
Si quieres puedes leer otras Frases sobre frases de amor de dios