Siempre he creído que amar a Dios y amar al prójimo van de la mano. Porque cuando siento el amor inmenso y puro que me regala mi Creador, no puedo evitar querer compartirlo con todos los seres que encuentro en mi camino. Amar a Dios me inspira a tratar a los demás con respeto, compasión y bondad, recordándome que somos todos hermanos en esta gran familia llamada humanidad. El amor de Dios me impulsa a ser una mejor persona, a extender mi mano y ofrecer un abrazo cuando alguien lo necesita, a escuchar con empatía y brindar una palabra de aliento. Amar a Dios y amar al prójimo es una sinfonía perfecta que llena mi corazón de alegría y gratitud.
Si quieres puedes leer otras Frases sobre frases de amor a dios y al projimo