Eres mi compañero de vida, mi esposo amado, y en cada amanecer agradezco a Dios por bendecirme con tu amor. Juntos, recorremos el camino de fe, fortaleciendo nuestro vínculo en la roca que es Cristo. Nuestro matrimonio es el testimonio vivo de su amor incondicional, y cada día me iluminas con tu dulzura y ternura. Eres mi regalo divino, mi razón de sonreír y mi apoyo inquebrantable. Que nuestra unión siga siendo un faro de esperanza para otros, demostrando cómo el amor de Dios se refleja en nuestras vidas. ¡Te amo, mi esposo cristiano, ahora y por siempre!
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