Nos consumimos en la oscuridad de nuestra pasión, amantes clandestinos en un juego peligroso. Cerramos los ojos al mundo, dejando que el deseo prohíbo nos incendie sin piedad. En cada encuentro furtivo, saboreamos el riesgo y nos entregamos con intensidad, sabiendo que somos fuego que nunca debería arder. Aunque nuestros cuerpos sean prisioneros en este amor prohibido, nuestras almas se liberan en cada suspiro compartido.
Si quieres puedes leer otras Frases sobre frases de amor de amantes prohibidos