Cuando te miro, mi corazón se acelera a mil por hora, como si estuviera escapando de la ley. Eres mi cómplice en este amor clandestino, donde los besos son deliciosos contrabandos y nuestras miradas son balas que atraviesan el alma. Juntos somos dos narcos enamorados, dispuestos a arriesgarlo todo por esta pasión prohibida.
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