frases de amor para una amiga que me gusta mucho

Eres esa amiga que me vuelve loco con tu sonrisa, tus ocurrencias y esa forma tan especial que tienes de ver la vida. No sé qué fue primero, si la amistad o ese cosquilleo en el estómago cada vez que estamos juntos. Pero lo que sí sé es que contigo quiero vivir esos momentos tan divertidos, esos abrazos sinceros y, tal vez, descubrir si nuestra amistad puede convertirse en algo más. Porque no puedo negarlo, amiga mía, me gusta mucho, mucho, mucho estar contigo.

Eres esa amiga que me saca risas, que llena mis días de alegría y que hace latir mi corazón más rápido. Tienes algo especial que me hace querer estar a tu lado siempre, y aunque me da miedo admitirlo, me gustas mucho más de lo que debería.

Eres esa amiga que me hace sonreír sin motivo aparente, la que ilumina mis días con solo estar cerca. Me gustas más de lo que crees y aunque mi corazón a veces se empeñe en jugar al escondite, tú siempre estás ahí, ocupando un lugar especial. Porque contigo cada momento se vuelve mágico y cada risa se convierte en un dulce suspiro.

En cada risa compartida y en cada palabra sincera, mi corazón se llena de felicidad sabiendo que tú eres mucho más que una amiga para mí.

Eres mi amiga, pero con cada risa y mirada cómplice, deseos secretos se despiertan en mi corazón. No puedo evitar pensar en cómo sería perderme en tus abrazos y descubrir que el amor entre nosotros es mucho más que una simple amistad.

Eres el alfiler que revoluciona mi corazoncito, la chispa que ilumina mis días grises y la sonrisa que despierta mariposas en mi estómago. No quiero ser solo tu amigo, quiero ser tu cómplice de risas, tus abrazos en momentos difíciles y el dueño de tus suspiros. ¡Eres mi amiga, pero también mi corazón se ha declarado culpable de quererte más de lo permitido!

Eres la amiga que me vuelve loco, con esa sonrisa que ilumina mis días y esos ojos que me hacen perder el rumbo. No sé si es amistad o algo más, pero solo sé que cada vez que estoy contigo, mi corazón se acelera y las mariposas revolotean en mi estómago.

Eres mi cómplice en risas y secretos, la chispa que enciende mis días grises. Contigo, amiga mía, descubro que el amor no entiende de fronteras ni etiquetas. No sé si a ti te pasa lo mismo, pero quiero arriesgarme y perderme en este sentimiento que me hace quererte más allá de la amistad.

Eres mi compañera de risas, confidente de secretos y amiga incondicional, pero debo confesarte que más allá de eso, me gustas mucho más de lo que imaginas.

Eres mi amiga, pero también eres esa chispa que enciende mi corazón. No sé si es un flechazo de Cupido o simplemente la suerte conspirando a nuestro favor, pero cada vez que te veo, mi mundo se llena de colores y mariposas revolotean en mi estómago. No puedo evitar sentir un amor especial por ti, que va más allá de la amistad. Tal vez sea arriesgado decirlo, pero quiero que sepas que estoy dispuesto a correr ese riesgo por ti, porque eres alguien que ilumina mis días y hace latir mi corazón desbocado.

Eres la amiga que me hace sonreír con solo una mirada, la que llena mi corazón de mariposas revoloteando. No puedo evitar suspirar cada vez que te veo y es que, amiga mía, eres la razón de mi insomnio y de mis sueños más bonitos.

Eres la chispa que enciende mi sonrisa, la melodía que alegra mis días y la complicidad que llena mi vida. No puedo negarlo, amiga mía, me gustas como nunca imaginé que alguien podría gustarme.

Eres como esa canción que no puedo dejar de escuchar, siempre te sabes colar en mis pensamientos y alegrar mis días.

Eres mi amiga, mi confidente y mi cómplice en cada aventura. Pero lo que no te he dicho es que en cada risa compartida, crece más fuerte el deseo de ser algo más que amigos. Eres como un imán para mi corazón, atrayéndolo sin remedio hacia ti. Y aunque sé que puedo perder la amistad que tanto valoro, prefiero arriesgarme a quedarme con la duda de lo que podría haber sido. Porque eres tú, amiga mía, quien ilumina mis días y llena de colores mi mundo gris.

Eres como el sol en mi vida, iluminando cada rincón con tu sonrisa. No puedo evitar sentir mariposas en el estómago cada vez que estamos juntos. Eres mi amiga, pero también mi secreto deseo.

Eres la combinación perfecta entre risas compartidas, confidencias al oído y miradas que me hacen perder la respiración. No puedo evitar sentir mariposas en el estómago cada vez que te veo. Eres mi amiga, pero también eres esa persona especial que despierta en mí un amor que va más allá de las palabras.

Eres esa amiga que me hace perder la noción del tiempo, la que alegra mis días y llena mi corazón de mariposas revoloteando. No lo puedo evitar, me gustas mucho más de lo que debería, pero es que contigo todo se siente tan natural y especial.

Eres esa amiga que me hace perder el rumbo, la que hace que mi corazón se acelere con tan solo una mirada. Me gustas tanto que a veces me cuesta encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que siento, pero déjame decirte que eres especial para mí, y aunque no sé qué nos depara el destino, quiero que sepas que siempre estaré aquí, dispuesto a recorrer cada camino a tu lado.

Tú, amiga mía, eres la combinación perfecta de risas compartidas y miradas que se entienden sin palabras. Cada vez que nuestros caminos se cruzan, mi corazón se acelera y mi mente se llena de preguntas sin respuesta. Quiero confesar que me gustas más de lo que puedo expresar con simples palabras, y eso, querida amiga, es algo hermoso y aterrador a la vez. Aunque temo perder lo que tenemos, no puedo evitar soñar con un futuro en el que seamos algo más que amigos.

¡Eres mi cómplice en risas, mi apoyo incondicional y el motivo de mis suspiros secretos! No hay amiga que me haga sentir lo que tú logras despertar en mi corazón. Eres más que una amistad, eres la esperanza de un «algo más» que nunca quiero dejar de soñar.