En el caos de mi mente, tu amor es la fórmula que equilibra mis ecuaciones y hace brillar mis días como si fueran un rayo de luz en la oscuridad.
Quizás no tenga la genialidad de Albert Einstein, pero cuando te miro siento una conexión que trasciende las leyes del universo. Tu presencia es mi teoría de la relatividad, mi constante invariable en un mundo caótico.
La teoría de la relatividad puede explicar muchas cosas en el universo, pero cuando se trata de amor, simplemente sigo sintiendo mariposas en el estómago cuando estoy contigo.
Nuestro amor es como la relatividad de Einstein, no importa la distancia ni el tiempo, siempre estaremos conectados de una manera inexplicable y eterna.
Mi amor por ti es como la teoría de la relatividad de Einstein, siempre cambiante y en constante evolución.
No hay ecuación en el universo que explique lo mucho que mi corazón late por ti, eres mi constante irresistible.
Me enamoré de ti sin querer, como si la fuerza gravitacional del universo conspirara en nuestra contra para unirnos en un único destino, al estilo Einstein pero con mucho más corazón.
Eres mi fórmula del amor, la ecuación perfecta en este universo caótico. Juntos, Einstein estaría orgulloso de nuestra atracción gravitacional.
Me perdí en un mar de ecuaciones y te encontré, tu amor fue la fórmula perfecta que resolvió mi vida.
Eres mi constante en un mundo de incertidumbre, mi ecuación perfecta en un universo caótico. Como Albert Einstein decía, el amor es la fuerza más poderosa del universo, y contigo siento que no hay límites para ella.
Eres la ecuación de mi corazón, esa variable que eleva mis sentimientos a infinito y me hace percibir el mundo con la intensidad de un electrón en constante movimiento.
En el increíble caos del universo, tú eres mi constante, mi ecuación perfecta que resuelve el misterio de mi corazón.
Cuando te vi, Einstein se desvaneció y mi corazón empezó a latir a la velocidad de la luz. Eres mi ecuación perfecta, la constante que equilibra mi universo de amor infinito.
Einstein decía que la gravedad no era responsable de hacer que las personas se enamoren. Pues yo digo que la química entre tú y yo va más allá de cualquier ley física.
Eres el único acertijo del que no quiero encontrar la respuesta, la única constante de la que quiero formar parte, mi ecuación perfecta en este caos llamado amor.
Encontré el amor en medio de la fórmula del universo, porque al mirarte, mi coeficiente emocional se eleva a niveles exponenciales.
Para ti, mi amor, sería capaz de desentrañar los secretos del universo, porque en tus ojos veo la luz que ilumina mi ser y en tus caricias encuentro el equilibrio perfecto. No hace falta ser un genio como Albert Einstein para comprender que contigo, el amor adquiere una dimensión infinita.
Si mi amor por ti fuera una ecuación, serías la constante que eleva mi vida a potencias infinitas.
Me encanta cómo el amor, al igual que la teoría de la relatividad, es capaz de unir los corazones de una manera mágica e inexplicable.
Cuando te vi por primera vez, sentí una conexión tan intensa que hasta Einstein se habría quedado sin palabras para explicarlo. Tu amor es la fórmula perfecta que equilibra mi existencia y le da sentido a mi universo.