Eres el trago más fuerte que me he tomado, la resaca más dulce y adictiva que me consume de forma placentera. Te necesito como quien necesita su dosis diaria de adrenalina, porque contigo cada latido es una montaña rusa de emociones imposibles de resistir. Eres mi vicio consentido, mi droga favorita que no quiero dejar nunca.
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